Siempre ha existido un debate interesante en torno a la fórmula para hacerse con una vivienda. Hay defensores a ultranza de su compra puesto que, con el alquiler, dicen, se termina tirando el dinero con el paso de los años. Otros prefieren precisamente el alquiler puesto que consideran que eso es sinónimo de no atarse a ningún sitio y disminuir el riesgo que pueda suponer el tener que cambiar de ubicación de vivienda en un momento concreto. Lo cierto es que ambas tesituras se corresponden con una postura lógica y no cabe la menor duda de que buscan mejorar la tranquilidad y calidad de vida de quien las defiende.
Es cierto que, en los últimos años, estamos asistiendo a un creciente volumen de alquileres en España en lugar de la compra de viviendas. Se trata de una situación que ha dado la vuelta por completo en lo que llevamos de siglo XXI. A principios del mismo, lo habitual era adquirir en propiedad una vivienda, pero la crisis económica que arrancó en el año 2008 terminó por sepultar la compra y reactivar el alquiler, una tendencia que se ha ido consolidando a pesar de que ya hace tiempo que abandonamos esa situación de crisis (para dar paso, por cierto, a la ocasionada por el coronavirus).
Para todos esos defensores del alquiler, 2020 es un año importante. Y es que se ha reformado la Ley de Arrendamientos Urbanos, tal y como comenta el portal web Idealista en la noticia que os acabamos de enlazar. En ella, se mencionan todos los puntos que han sufrido una variación y entre los cuales podríamos destacar los cambios en la duración de la prórroga obligatoria en contratos de 3 a 5 años, el hecho de que ya no sea necesario un nuevo contrato a la hora de acometer reformas si existe acuerdo entre el arrendador y el arrendatario o la obligación del arrendador de informar al inquilino con 4 meses de antelación de que no va a renovar su contrato si éste se extiende por un plazo superior a 5 años.
La batería de medidas que se han establecido ayudan, desde luego, a resolver o clarificar algunos de los problemas más comunes que han rodeado al alquiler durante los últimos años y que terminaban generando una gran cantidad de problemas jurídicos entre los arrendadores y los arrendatarios. Es evidente que seguirán surgiendo problemas, eso es inevitable, pero para eso existe la abogacía y el ordenamiento jurídico, para adaptarse a la problemática actual de la sociedad y de cada tema en concreto.
Es pronto para saber si la reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos va a generar un impacto positivo o negativo entre las personas que, cada verano, deciden veranear en algún lugar de la costa mediterránea. Hemos querido conocer la opinión de alguna inmobiliaria de la zona y hemos dado con los profesionales de Romer Playa, una entidad que opera en el municipio alicantino de Denia. Ellos mismos nos han asegurado que, aunque el coronavirus ha minimizado el número de visitas este año, consideran que, con la reforma, todas aquellas personas que persigan un alquiler van a encontrar motivos para sentirse más protegidas y seguras, lo que redundará en el número de alquileres que se firmen en la localidad en los meses de junio, julio o agosto.
Una referencia turística
Hablar de Denia es hacerlo de una referencia turística ya no solo en lo que tiene que ver con la costa mediterránea, sino a nivel nacional. Se trata de uno de los municipios elegidos por mucha gente para disfrutar de sus vacaciones de verano y es que presenta una ubicación perfecta para disfrutar al máximo del sol y la playa que mejor caracteriza al turismo que recibimos en España.
Una noticia que fue publicada en la página web de La Marina Plaza informaba de que Denia es el municipio del Estado con una población inferior de 50.000 habitantes que más veraneantes recibe a lo largo del año. Y es que no nos extraña en absoluto que así sea. Si, además de presentar una playa y una temperatura extraordinaria, se regula en una medida mucho más adecuada todo lo que tiene que ver con el alquiler, el número de visitantes no puede hacer otra cosa que no sea crecer.
Estamos convencidos de que ese cambio en la regulación va a generar un impacto positivo y que va a reforzar la inversión de las familias en lo que respecta a sus vacaciones. Eso, en un momento de crisis económica como el que ha surgido a raíz de la explosión de la pandemia, es fundamental para reactivar el turismo de nuestro país, que tan mal lo ha pasado desde el pasado mes de marzo. Ahora más que nunca tenemos que poner toda la carne en el asador para intentar que este sector remonte la complicada situación que se ha encontrado.