Si estás leyendo esto, probablemente compartes conmigo esa inquietud constante por lo que está pasando con nuestro planeta. Yo soy una persona completamente ligada al medio ambiente, y, sinceramente, me cuesta mucho ver cómo las empresas y muchas personas seguimos en esa rueda de consumo sin pensar en el daño que ocasionamos.
Así que, hoy quiero hablar de algo que me toca muy de cerca: las leyes de medio ambiente y cómo afectan a las empresas de limpieza y los productos que utilizan.
Mi preocupación por el medio ambiente va mucho más allá del simple «¿cuánto CO2 echan los coches?»
No puedo quedarme de brazos cruzados cuando veo el daño que le hacemos al medio ambiente. No solo me refiero al CO2 que sueltan los coches (que, por supuesto, es importante), sino también al plástico de un solo uso, que parece haber invadido nuestra vida de forma tan sutil que ya ni nos damos cuenta. ¿Cuántas veces hemos comprado comida, bebida o productos que vienen envueltos en plásticos innecesarios?
Y, sinceramente, esto me preocupa mucho. Porque no todo es tan simple como «ponerlo en el contenedor amarillo y ya está». A veces me pregunto si somos realmente conscientes de lo que estamos haciendo. Y no solo es el plástico, también está la sobreproducción. Vivimos en una sociedad que no para de consumir, desde ropa hasta tecnología, pasando por alimentos y productos de limpieza, sin pensar en lo que estamos causando.
Ahora, imagina que estás limpiando tu casa o tu oficina con productos que, además de hacer su trabajo, están contaminando el aire, el agua o el suelo sin necesidad. Y lo peor de todo es que muchas veces ni siquiera somos conscientes de eso. Los productos de limpieza están llenos de químicos que no solo nos afectan a nosotros, sino que terminan dañando el medio ambiente. Pero, a menudo, preferimos elegir productos baratos, sin mirar bien las etiquetas ni pensar en sus consecuencias.
El cambio real no solo viene de ser ecológicos por moda o por las leyes, sino de la necesidad urgente de salvar nuestro planeta. Creo que es hora de que empecemos a cuestionarnos más las decisiones que tomamos todos los días, especialmente con lo que compramos, usamos y tiramos.
¿Qué leyes existen para proteger el medio ambiente de cualquier amenaza?
Ahora bien, es cierto que en España tenemos una legislación bastante sólida para proteger el medio ambiente, aunque a veces se queda corta o no se aplica con la seriedad que debería. Existen diversas leyes que están diseñadas para proteger nuestros recursos naturales, animales y ecosistemas. Una de las leyes más relevantes es la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Esta ley se centra en la conservación de la naturaleza, desde los animales hasta los bosques y ríos, estableciendo directrices para la protección y la restauración de los ecosistemas.
Además, España también tiene leyes que regulan el tratamiento de los residuos, que es otro tema clave para la protección del medio ambiente. La Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados, establece las bases para la gestión de los residuos, con un enfoque hacia el reciclaje y la economía circular, algo crucial para evitar la acumulación de basura en nuestros vertederos y la contaminación de los océanos. Aquí es donde entra en juego todo lo relacionado con los productos de limpieza, ya que muchos de ellos están hechos de materiales que no son reciclables y terminan contaminando nuestros suelos y aguas.
No podemos olvidarnos de la legislación europea también, que influye directamente en nuestras leyes nacionales. España forma parte de la Unión Europea, y por lo tanto está sujeta a normativas europeas que dictan las condiciones para el uso de sustancias químicas en productos, como los de limpieza, a través de la regulación REACH (Reglamento (CE) nº 1907/2006 del Parlamento Europeo). Esta normativa regula las sustancias químicas y su seguridad, especialmente aquellas que pueden tener efectos adversos sobre la salud humana y el medio ambiente.
¿Cómo afecta la ley a las empresas de limpieza?
Para las empresas de limpieza, las leyes medioambientales son un desafío y, a la vez, una oportunidad para mejorar. La normativa sobre productos químicos y el tratamiento de residuos obliga a estas empresas a adaptar su modus operandi. Por ejemplo, deben cumplir con regulaciones sobre el uso de productos que no sean peligrosos para el medio ambiente, el reciclaje adecuado de los materiales y la eliminación de residuos de forma responsable.
Uno de los aspectos más destacados de esta transformación es la necesidad de usar productos más ecológicos. Ya no es suficiente con utilizar los productos tradicionales llenos de químicos agresivos. Las empresas de limpieza deben cambiar a productos biodegradables, menos contaminantes, que no contaminen el aire ni el agua. Además, tienen que ser muy cuidadosas con el uso de los envases de estos productos, ya que el plástico está muy regulado y se busca reducir al máximo su uso.
Por ejemplo, algunas empresas se han visto obligadas a reducir la cantidad de productos que generan residuos. Los productos concentrados, como detergentes o limpiadores que pueden diluirse en agua, están ganando terreno. Esto no solo reduce el impacto ambiental, sino que también disminuye los costes para las empresas. También existen empresas de limpieza, como Gadeslimp, que no solo respetan el medio ambiente por obligación sino porque cuentan con una conciencia medioambiental rígida. Nos comentan que “son conscientes de la necesidad de proteger y respetar el medio ambiente adoptando todas las medidas necesarias para el cumplimiento de la normativa medioambiental, de seguridad y sectorial aplicable en cada caso, además de la lucha contra la contaminación previniendo los efectos que puedan ser ocasionados por el desarrollo de nuestros servicios”.
Algunas regulaciones también exigen que las empresas de limpieza cuiden la salud de sus empleados, ya que muchos productos tradicionales pueden generar enfermedades respiratorias o dermatitis por contacto. Así que, las empresas que no se adaptan a estas regulaciones pueden enfrentarse a multas o, peor aún, a la pérdida de clientes.
No solo medio ambiente, ciertos productos de limpieza también perjudican la salud de la persona
Los productos de limpieza también pueden afectar nuestra salud. Algunas sustancias químicas que se usan en limpiadores comunes pueden ser tóxicas o irritantes, y a largo plazo, pueden provocar diversas enfermedades. Si eres de los que no se fijan mucho en las etiquetas, es momento de que empieces a prestar atención a los ingredientes.
Algunos de los efectos negativos más comunes incluyen:
- Los productos como el amoníaco y la lejía pueden causar irritación en las vías respiratorias, sobre todo en personas con asma o problemas respiratorios previos.
- El contacto con ciertos limpiadores puede irritar la piel, generando desde leves alergias hasta dermatitis severas.
- Algunos productos de limpieza contienen ftalatos y otras sustancias químicas que pueden interferir con el sistema hormonal, afectando la fertilidad, especialmente en mujeres.
- Se ha demostrado que algunos compuestos en productos de limpieza como el benceno o el cloroformo son carcinógenos. Esto es especialmente preocupante cuando no se usan adecuadamente o se inhalan constantemente.
- Muchos limpiadores, sobre todo los de vidrios y superficies, pueden causar irritación ocular, enrojecimiento o sensación de quemazón.
Es por eso que siempre recomiendo elegir productos naturales o biodegradables que sean mucho más suaves para nuestra salud y para el medio ambiente.
¿Qué podemos hacer para cambiar el panorama actual sin perjudicar nuestra salud y comprometer nuestro bolsillo?
- Optar por productos ecológicos: Cada vez más empresas están produciendo productos de limpieza ecológicos que no solo son efectivos, sino que además son asequibles.
- Reciclar y reutilizar: No hace falta comprar productos nuevos todo el tiempo. Muchos productos, como el vinagre, el bicarbonato o el limón, pueden servir como limpiadores naturales.
- Elige productos concentrados: Reducir el tamaño de los envases, elegir productos que duren más y usar menos plástico es un paso importante.
- Haz tus propios limpiadores: No es tan complicado hacer tu propio limpiador con ingredientes sencillos. Solo necesitas vinagre, bicarbonato, agua y un poco de aceite esencial para darle buen aroma.
Con pequeñas acciones, podemos hacer un gran cambio sin que nos cueste una fortuna.
Cada pequeña acción cuenta
Al elegir productos más sostenibles y apoyar empresas que están comprometidas con el medio ambiente, no solo estamos protegiendo el planeta, sino también nuestra salud. No se trata de ser perfectos, sino de hacer todo lo posible para contribuir a una causa más grande. Es hora de hacer preguntas, investigar y tomar decisiones más responsables. Al fin y al cabo, todos estamos en este planeta y necesitamos cuidarlo como se merece.
Por eso, compra productos de limpieza y contrata empresas de limpiezacon cabeza
Por eso, es fundamental que empecemos a comprar productos de limpieza y contratar empresas que respeten el medio ambiente. No todo lo que es barato o parece efectivo es lo mejor para nuestra salud ni para el planeta.
Investigar sobre los productos que usamos es clave para hacer elecciones responsables. Elige opciones más naturales y menos tóxicas, que no solo cuiden tu hogar, sino también el entorno que todos compartimos.
¡Pequeños cambios, grandes impactos!