ĀæQuiĆ©n no conoce a alguien que viva de alquilar? No hace muchos aƱos EspaƱa era un paĆs en el que nos gustaba a todos ser propietarios de algo, ahora no es que no nos guste, lo que pasa es que es mucho mĆ”s complicado conseguir acceder a una hipoteca que te permita comprar una vivienda y aunque consigas ese acceso hay que hacerse a la idea de que al final estarĆ”s pagando un importe de tu nómina todos los meses en esa hipoteca que, la mayorĆa de las veces, tiene una duración de 30 aƱos. AsĆ que eso de ser propietario parece muy lejano y hay quien, al final, prefiere el alquiler.
Ahora bien, si para comprar te piden demasiadas cosas (como poder pagar en efectivo un 10% de la vivienda, tener nómina de un puesto de trabajo fijo superior un 70% superior a la hipoteca mensual que pagarÔs a partir de ahora e incluso contar con varios avales) para alquilar tampoco es nada sencillo.
Por un lado, tendrĆ”s que pagar por adelantado de dos a tres meses de alquiler mĆ”s un mes de fianza como mĆnimo y eso significa que si el alquiler ronda los 400 euros (por ejemplo) te verĆ”s en la situación de tener que abonar 2.000 euros de golpe. AdemĆ”s, el propietario te pedirĆ” la nómina para comprobar que vas a poder pagarle todos los meses el alquiler de la vivienda, y no vale una nómina cualquiera, y para colmo de los colmos te pedirĆ” explicaciones de lo que haces y dejas de hacer en el piso. Hay inquilinos que tienen normas como: nada de animales, nada de fiestas, nada de compaƱeros de piso, etc.Ā Si luego cumplen o no esas normal (sĆ© de mĆ”s de uno que no lo hace) es otra cosa.
Al final, para los jóvenes, pensar en independizarse es arduo complicado y por eso es bastante comprensible que haya muchos que no lo vean claro hasta bien entrada la treintena y con un buen respaldo económico detrÔs.
El caso es que en España los alquileres siguen creciendo, ya no es nada descabellado pensar en vivir de alquiler toda tu vida o gran parte de ella y esto, en el fondo, tiene sus ventajas, como poder mudarte cada vez que te cansas de vivir en una vivienda, o en una zona de la ciudad, y la desventaja probablemente serÔ que esa vivienda nunca serÔ tuya y que, lógicamente, te vas a mudar mÔs de una vez. Todo eso es mÔs o menos previsible pero ¿qué es lo peor que te puede pasar cuando alquilas una vivienda? BÔsicamente toparte con un arrendador que es mejor no ver ni en pintura.
Llegados a este punto podrĆamos hablar de las āfechorĆasā que pueden hacer los malos arrendadores pero os voy a hablar de un caso concreto que trae de cabeza a una familia de Alicante.
Cuando no te devuelven la fianza
Llevaban viviendo en ese piso mÔs de tres años y hablando con el propietario de la vivienda comentaron la posibilidad de quedarse otro año mÔs. Sin embargo, por un problema personal tuvieron que dejar el piso y mudarse a una casita de campo algo retirada de la ciudad un mes antes de la renovación de ese contrato de arrendamiento.
El propietario del piso, les hizo un papel firmado que les dio el dĆa de la devolución de las llaves, escribiendo que el piso estaba impecable y que no habĆa desperfectos, pero que no les iba a devolver la fianza que dieron cuando entraron a vivir en el piso porque habĆan roto un contrato de alquiler apalabrado que iban a firmar el mes siguiente. En otras palabras y para entendernos, el propietario del piso se querĆa quedar con la fianza de la familia en base a que habĆan hablado de quedarse un aƱo mĆ”s como inquilinos pero un mes antes de la renovación del contrato habĆan decidido marcharse.
Esto, segĆŗn el propietario, le acarreaba problemas puesto que tenĆa que buscar inquilinos en un mes y si no los encontraba perderĆa dinero pero la realidad es que la familia no firmó nada ni tienen culpa de que Ć©l tenga que buscarse nuevos inquilinos porque ellos hayan decidido marcharse. Ahora bien, todo es un poco mĆ”s complicado de lo que parece.
SegĆŗn nos cuentan desde PeƱalva Abogados, abogados en Alicante Capital, un juez podrĆa aceptar esa conversación en la que se presentó la posibilidad de quedarse un aƱo mĆ”s en el piso como una especie de contrato apalabrado que ahora han quebrantado al decidir marcharse y, por tanto, le darĆa la razón al propietario y ellos perderĆan esa fianza.
Al final todo se reduce a la opinión de un juez que supuestamente es objetivo pero que, en realidad, tiene una opinión ya forjada y que estĆ” normalmente al lado de los inquilinos o al lado de los propietarios de los pisos alquilados asĆ que, en conclusión, alquilar un piso para vivir puede ser una estupenda idea pero dependiendo de con quiĆ©n te topes en dicho ānegocioā podrĆ”s tener mĆ”s o menos problemas.