Cuando visitamos al dentista, es esencial comprender tanto nuestros derechos como nuestras responsabilidades para garantizar una experiencia dental positiva y efectiva. Entender estos aspectos nos permite colaborar de manera adecuada con el profesional de la salud bucal y obtener el mejor cuidado para nuestra dentadura. Como indican desde la clínica Mesidodens, “el principal objetivo de un dentista es prestar atención personalizada y cercana a cada paciente, utilizando siempre los materiales dentales más seguros, compatibles y de mejor calidad, ofreciendo una tecnología actual e innovadora”.
Derechos
- Información: Recibir información completa y veraz: Como pacientes, tenemos derecho a que nos den toda la información sobre nuestra salud dental de forma clara y honesta. Esto significa que debemos saber cómo está nuestra boca, qué tratamientos podemos elegir, los riesgos y beneficios de cada uno, y cuánto costará cada opción.
- Consentimiento: Antes de que nos hagan cualquier cosa en nuestra boca, tenemos el derecho de decir si estamos de acuerdo o no. Para eso, nos tienen que explicar muy bien qué van a hacer, qué cosas podrían salir mal y qué cosas podrían salir bien. También tenemos que entender nuestras opciones. Y lo más importante, nuestra decisión tiene que ser porque queremos, no porque nos obliguen.
- Confidencialidad: Es muy importante que todo lo que hablemos con el dentista o cualquier información sobre nuestra boca sea secreto. Esto incluye todo lo que el dentista sabe sobre nuestra boca, como nuestros registros médicos, resultados de exámenes y cualquier cosa relacionada con nuestra visita al dentista. Mantener esta información en secreto nos protege y nos hace sentir seguros cuando estamos con el dentista. Al saber y usar estos derechos, podemos trabajar mejor con nuestro dentista para cuidar nuestros dientes.
- Elegir libremente al dentista: Como pacientes, tenemos el derecho de decidir quién será nuestro dentista. Podemos elegir a alguien en quien confiemos y con quien nos sintamos cómodos. Esto es importante porque queremos estar seguros de recibir el mejor cuidado posible para nuestros dientes. Si no nos sentimos satisfechos con nuestro dentista actual, siempre podemos buscar otro que se ajuste mejor a nuestras necesidades.
- Rechazar el tratamiento: También tenemos el derecho de decir «no» a un tratamiento que nos proponga el dentista. Es importante que el dentista nos explique qué pasaría si rechazamos el tratamiento, para que podamos tomar una decisión informada. A veces, puede haber otras opciones disponibles o podemos decidir esperar un poco antes de tomar una decisión. Lo más importante es que sintamos que estamos tomando la mejor decisión para nuestra salud dental.
- Solicitar una segunda opinión: Si tenemos dudas sobre el tratamiento que nos ha recomendado nuestro dentista, siempre podemos pedirle a otro dentista que nos dé su opinión. Esto nos puede ayudar a sentirnos más seguros sobre la decisión que estamos tomando. No hay problema en buscar una segunda opinión, ya que lo más importante es que estemos seguros de recibir el mejor cuidado posible para nuestros dientes.
- Calidad: Cuando vamos al dentista, tenemos derecho a que nos den un tratamiento bueno y que funcione bien. Esto significa que el dentista debe usar las mejores técnicas y materiales y seguir los pasos correctos para que nuestro tratamiento sea lo mejor posible. Si tenemos alguna duda sobre la calidad del tratamiento, siempre podemos preguntarle al dentista qué estándares sigue y qué podemos esperar del procedimiento.
- Presentar una queja: Si por alguna razón no estamos contentos con la atención que recibimos, tenemos el derecho de presentar una queja. Esto podría ser porque no estamos satisfechos con el trato recibido por el personal, porque sentimos que el tratamiento no fue adecuado, o por cualquier otra razón. Presentar una queja nos permite expresar nuestras preocupaciones y esperar una solución. El dentista o la clínica dental deberían tomar nuestra queja en serio y tratar de resolver el problema de la mejor manera posible para garantizar nuestra satisfacción como pacientes.
Obligaciones
Al acudir al dentista, tanto pacientes como profesionales tienen derechos y obligaciones que garantizan una atención adecuada y efectiva.
- Colaborar con el dentista
Colaborar con el dentista es fundamental para asegurar el éxito del tratamiento dental. Los pacientes tienen la responsabilidad de seguir las indicaciones de su dentista, ya que esto contribuye a garantizar resultados efectivos. Siguiendo las instrucciones proporcionadas por el profesional, se facilita el proceso y se optimiza la salud bucal.
- Informar al dentista
Es importante que el paciente informe al dentista sobre su historial médico completo, incluyendo alergias y medicamentos que esté tomando. Esta información es crucial para que el dentista pueda brindar un tratamiento seguro y efectivo, teniendo en cuenta cualquier condición médica o factor que pueda influir en el cuidado dental.
- Pagar los honorarios
Es responsabilidad del paciente pagar los honorarios acordados con el dentista. Cumplir con esta obligación asegura una relación profesional y respetuosa, permitiendo al dentista continuar brindando sus servicios de calidad para el cuidado bucal del paciente.
- Seguir las indicaciones del dentista
Es importante cepillarse los dientes dos veces al día y usar hilo dental regularmente para mantener una buena higiene bucal. Cuando acudimos a un dentista es porque confiamos en su profesionalidad y por tanto, una obligación que tenemos es seguir sus recomendaciones. Por ejemplo, realizarse limpiezas periódicamente o evitar el consumo de alimentos altos en azúcares. Todo esto tiene la finalidad de prevenir problemas dentales. La salud dental es importante y a la larga evita altos desembolsos económicos. Por tanto, nuestra obligación como clientes de una clínica dental es seguir las instrucciones del dentista, tras un tratamiento o de forma habitual para mantener la salud dental diaria.
Cómo actuar si te han atendido mal en el dentista
Tu satisfacción con la atención recibida en el dentista es fundamental. Si no estás satisfecho con el trato recibido, el resultado del tratamiento o cualquier otro aspecto en relación a la clínica, no dudes en comunicarlo al dentista o incluso directamente al responsable de la clínica.
Si además, no obtienes una respuesta satisfactoria a tu queja, puedes presentar una reclamación formal ante la clínica dental o ante las autoridades sanitarias competentes. Otra opción es buscar un nuevo dentista si no te sientes cómodo con el actual o crees que el problema no tiene solución.
Por ello, si has recibido una mala atención en el dentista, ya sea por un trato inadecuado o por un problema con el tratamiento, es importante que tomes medidas para proteger tus derechos.
Es recomendable seguir estos consejos para solucionar lo sucedido.
- Habla con el dentista o el responsable de la clínica. En primer lugar, intenta solucionar el problema directamente con el dentista que te atendió o con el responsable de la clínica. Explica con calma la situación y solicita una solución satisfactoria. Mantén la calma. No hacerlo puede hacerte perder la razón. Hay que estar tranquilo y poner de tu parte para que el problema se solucione.
- Presenta una reclamación formal. Si no puedes resolver el problema de forma verbal, puedes presentar una reclamación formal por escrito. En la reclamación, debes detallar la situación, los daños que has sufrido y la solución que deseas. Explica todo con el máximo detalle, para que no quede nada en el aire y se pueda obtener una solución satisfactoria.
- Busca ayuda de un profesional. Si la clínica no atiende tu reclamación o no te ofrece una solución satisfactoria, puedes buscar ayuda de un profesional independiente, como un abogado o un odontólogo especialista en negligencia dental. Ellos te indicarán qué pasos es recomendable seguir con el objetivo de solucionar el problema.
Recuerda que tienes derecho a recibir un trato digno y profesional por parte del dentista y del personal de la clínica. Si has recibido una mala atención, no dudes en actuar para defender tus derechos.
Y, en cualquier caso, a los tres puntos mencionados anteriormente puedes incluir los siguientes consejos.
En primer lugar, recopilar toda la documentación sobre el caso y lo sucedido. Es decir, facturas que hayas pagado por el tratamiento, pruebas que hayan sido realizadas, fotos o cualquier documento que sirva para demostrar lo sucedido. Toda esta información puede determinar la veracidad del caso y si es favorable o no para ti.
No dudes en pedir una segunda opinión. Si no estás satisfecho con el diagnóstico o el tratamiento que te ha dado el dentista, puedes pedir una segunda opinión a otro profesional. No todos tienen la razón absoluta, ver las cosas desde otra perspectiva puede ayudarte a tomar una decisión acertada. Si decides iniciar acciones legales, busca asesoramiento legal especializado. Generalmente se recomienda acudir y contratar los servicios de un abogado con experiencia en negligencia dental. Conoce de primera mano y en base a su experiencia todos los derechos y obligaciones como cliente y por ello, luchará para que salgas victorioso de esta situación generada. De no contar con la ayuda de un profesional, puedes no tener la información necesaria para tomar las medidas correspondientes. Con lo que ello supone, ser un caso más sin resolver, del que no obtienes ningún beneficio a pesar de haber sido el perjudicado. Se trata de obtener justicia en caso de negligencia.